Los 3 Cerebros

aristoteles

Sé fuerte, complace, tienes que ser perfecto, date prisa e inténtalo. Posiblemente algunos de vosotros ya estáis pensando con cuál/es de ellos os sentís más identificados.

Nos movemos por el mundo de acuerdo a estos 5 impulsores vitales. En cada persona estarían más o menos definidos y forman parte de nuestras creencias y pensamientos. Cada impulsor vital engloba tanto aspectos positivos como creencias limitantes o prohibicones, conductas y efectos perversos.

El “sé fuerte” implica seguridad y estabilidad, y a la vez, en exceso, puede llevarte a pensar que mostrarte tal como eres puede ser peligroso. Aquí encontramos las personas que no se dan a conocer, esquivan hablar sobre ellas mismos y tienden al aislamiento.

El “complace a” implica solidaridad y ayuda, “primero los otros, después yo”. Hasta aquí bien, pero ¿y si te dedicas a complacer tanto al resto que no haces nada para ti? Hay personas que confiesan no saber decir “no”. Creen que de esa forma satisfacen las necesidades de los demás. Y de esa manera, dejan de satisfacer en muchas ocasiones las suyas propias, generando baja autoestima.

El impulsor “sé perfecto” implica en su vertiente positiva mejora contínua, autosuperación, y, a su vez, esconde detrás la creencia limitante de que es siempre posible hacer las cosas perfectas, con la consecuente rigidez mental que esto supone: comprobaciones, repeticiones, estancamiento.

A su vez, el “date prisa” te puede hacer eficaz. Y puede llevar la creencia limitante de que las cosas que están bien hechas son aquellas que se hacen deprisa. Esta creencia no te permite disfrutar del camino, del proceso y te puede conducir a cometer errores.

El “inténtalo” es un impulsor vital que te hace esforzarte, y te da polivalencia, y en su vertiente limitante genera la creencia de que en la vida hay que hacer muchas cosas, implicarse en muchos proyectos a la vez. La realidad es que a menudo no se consiguen finalizar todos los proyectos y aparece la frustración y la desmotivación.

Como decía Aristóteles “la virtud está en encontrar el punto medio entre el exceso y el defecto”.

¿Cuáles son tus impulsores vitales? Reconócelos, potencia unos y lima otros.