TRANSPARENCIAS

Vivir mi don

Después de una crisis vital que desajustó el que era mi mundo, donde perdí prácticamente todo, donde de alguna manera morí, no pude pegar los pedacitos de Vanesa, eran tan chiquitos que no era posible, y tuve que armarla de nuevo, para recuperar la esencia y hacer la mejor versión de mi misma. Desde mi mejor versión de mí misma hasta ahora, me di el permiso de traspasar algunos tabúes, como el acercarme a los pacientes, abrazándolos, mimándolos, acompañándolos, allí donde mi saber me dice que hay que estar, con el máximo respeto, en un espacio de calidez e intimidad. Mi cuerpo me dice que, a veces, las palabras no llegan, y el tacto, armoniza, nutre, regenera.

¿Quieres que te acompañe en tu viaje?

Pase años viviendo en piloto automatico. Cumpliendo fielmente con multitud de «deberias», debes ser la esposa ideal, debes ser una anfitriona perfecta, debes ser la trabajadora más productiva, debes ser la hija ideal, blablabla….y en esa montaña de deberes que me autoimponía y me dejaba poner encima, me perdí, y estuve a un paso de caerme……..no!, me caí y quede malherida…..y decidí levantarme, no sólo por mi hija, sino por mí misma. Lo de siempre no iba a servir, precisaba algo diferente y miré más para dentro que para fuera y aprendí a ver paisajes propios, algunos me gustaban más que otros, y todos son yo misma.
Sin duda, un viaje largo, apasionante y no exento de sorpresas, el viaje hacia mi esencia.

El ejercicio de la transparencia

A menudo me parece que sólo damos espacio a las emociones consideradas “positivas”, y el aparentar estar bien e incluso el hacer ver que eres feliz 24 horas, 365 días al año, se convierte en “necesidad”…..bufff…..cuánto esfuerzo ponemos en la fachada, cuántas energías depositadas en sostener máscaras….

Me apetece cada vez más dejarme sentir, escucharme, atenderme y darme espacios para esas emociones que no tienen buena fama (tristeza, miedo, ira…), porque esas emociones también son en mí.

Y desde esos espacios, me valido, me respeto, y doy cabida a la transparencia hacia el otro y sobretodo hacia mí misma, dejando ver esas zonas vulnerables que se intuyen, cuando se deja de hacer el esfuerzo por sostener las máscaras.

Vivir sin certezas

A día de hoy atisbo en el horizonte una “certeza”…..NO TENGO CERTEZAS, no dispongo de nada ni de nadie invariable, constante en mi vida, ni siquiera ese “yo” que me obsesiono en etiquetar, porque para empezar no tengo ni p.idea de quien soy yo, asi que….pongo mi atención en todo lo que pienso, digo y hago para fijar un “yo”, dejándome caer amorosamente en el asiento de atrás de esta vida.

Amarse a uno mismo

¿Cómo puedo amarme más, incondicionalmente, tal como soy, aquí y ahora?

¿Te suena el mandato interno ‘NO PUEDES’?

La metáfora de una estatua de cera exacta a mi y al lado un casette explicándole los mismos rollos de siempre «no puedes», «no lo hagas», «no va a servir de nada», «ni te esfuerces», » no vas a llegar»….blablabla, esta imagen genera comprensión y compasión en mi, y me distancia enormemente de mis pensamientos y de los discursos mentales a los que esta mente somete a mi cuerpo.

Sabiendo que no puedo darle al Stop como si mi mente fuera un casette, DECIDO seguir con mi vida, a pesar del parloteo mental, y siento como la cháchara se aleja, se acerca, se aleja….

Fluyendo desde el corazón

Sí, soy psicóloga, sí, soy coach, y sí! También me enredo con mi mente, tengo miedo a veces, sufro y lloro, como cualquier persona. Mi posición es justo al lado, en compañía, de la mano, si quieres. Si me dejo fluir, la intuición me lleva donde el conocimiento no llega, porque la intuición «sabe».

El impulsor vital ‘Complacer al otr@’

En la conducta de complacer al otro, subyace la creencia «no valgo», «no soy suficiente», «no me querrán como soy…». Te suena este rollo? A mi me «resuena». Lo miramos, lo sentimos, y lo respiramos junt@s?

La autoestima que yo trabajo

La única autoestima que conozco y que trabajo emana de reconocer y respetar aquello que sientes, quieres y necesitas. Establecer límites si se requiere, e ir más allá conductualmente prescindiendo del concepto de ti mism@ agarrandote de tu coraje. Sin valentía no hay autoestima. Déjate a ti mism@ con la boca abierta y no te tomes tan en serio!

Tu historia de vida

Siento que tenemos la responsabilidad de utilizar nuestra historia de vida como un catalizador de procesos alquímicos a favor de la conciencia, y no como un peso inamovible que nos posiciona dramáticamente en victimismo, manipulación, conductas pasivo-agresivas y todo el repertorio de reacciones productos de la inconsciencia.

Profundizar demasiado en tu historia de vida se puede convertir en un pozo sin fondo, y por tanto en un sin sentido.

Conocer y revisar con honestidad, intimidad y ligereza tu historia te puede servir para dotar de sentido y así llegar a perdonar tu funcionamiento adquirido a raíz de las experiencias vividas, es decir, dotar de significado las conductas, los pensamientos y las emociones que siempre han querido protegerte de alguna manera para conseguir ser aceptado y amado, aunque en tu presente muy posiblemente no te estén ayudando, bien al contrario, te dificultan el vivir.

Al comprenderte, te encuentras más cerca de aceptarte, de perdonarte y generas un espacio de cambio y finaliza la lucha, la resistencia con la vida y sus circunstancias, que no es más que el reflejo de la lucha interna.

En este nuevo espacio consciencial, se genera la creatividad que posibilita trascender tu historia de vida, acercándote a la Vida más allá de historificaciones y circunstancias.